Novena al Espiritu Santo



MODO DE REZAR

Por la señal…
Credo…
Acto de contrición…

Oración Preparatoria para Todos los Días

   Ven, Espíritu Santo creador, Ven a visitar el corazón, y llena con tu gracia viva y eficaz, nuestra alma que tú creaste por amor.
   Tú, a quien llaman el gran consolador,  don de Dios Altísimo y Señor, eres vertiente viva, fuego que es amor, de los dones del padre el dispensador.
   Tu, Dios, que plenamente te nos das, dedo de la mano paternal, eres tu la promesa que el padre nos dio; tu palabra enriquece hoy nuestro cantar.
   Los sentidos tendrás que iluminar, nuestro corazón inflamaras y nuestro cuerpo frente a toda tentación, con la fuerza constante, ven a reanimar.
   Aparta de nosotros la opresión, tu paz danos pronto sin tardar y siendo nuestro guía, nuestro  conductor, evitemos así cualquier error o mal.
   Danos a nuestro padre conocer, a Jesús, al hijo comprender y a ti, Dios que  procedes de su mutuo amor, te creamos con solida y ardiente fe.
   Alabemos al padre nuestro Dios y a su hijo que resucito; también al Santo Espíritu consolador, por los siglos de los siglos gloria y bendición. Amen.

Día Primero (Se pide el Don de Sabiduría)

   El apóstol San Pedro en Rom. 8,16 dice “El Espíritu mismo te une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios”. El mismo espíritu acude también a ayudarnos en nuestra debilidad para poder orar, “pues nosotros no sabemos como pedir para orar como conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos callados” (Rom. 8,26) por aquí podemos notar que nuestra debilidad es tan grande, que nos vemos en la necesidad de contar con la fuerza del Espíritu para orar, para hacer el bien y para desearlo.
   Oración: Espíritu Santo, concédeme el Don de Sabiduría para que pueda pensar y juzgar rectamente de Dios y de las cosas divinas, que pueda saborearlas profundamente. Te suplico, Espíritu Santo, que este Don me lleve a despreciar todo lo que no sea de Dios, para pueda unirme y entregarme a El. Haz que por este Don nazcan y crezcan en mí los frutos de la caridad, del gozo, de la paz y de la bondad. Llévame por el camino de la verdadera alegría, que trae paz al alma. Ciérrame la puerta de la falsa libertad, que tu gracia purifique siempre mis ojos para ver lo que es correcto y abra mis oídos para escuchar tus palabras y tu llamada. Llena mi corazón de tu amor y dirige mis pasos por el camino de la verdad amen.
   Para aprender de memoria: Muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mi la fuerza de Cristo, por eso vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones y las dificultades sufridas por Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte (2cor. 12,9-10).

Día Segundo (Se Pide  Don De Entendimiento)

   El mismo espíritu intercede por nosotros con gemidos callados, Jesús al curar a un sordomudo, miro el cielo y suspiro, ese suspiro expresaba la reacción de Jesús frente a la experiencia d la miseria del hombre y su petición eficaz ante el padre, otro día los fariseos le piden una señal del cielo, Jesús dio un profundo suspiro que fue una profunda emoción ante la dureza de aquellos corazones. El gemido es señal de quienes tienen el Espíritu, existe un gemido sin palabras, es el silencio del Espíritu que esta llenando el alma. Estos gemidos de miseria, de dolor, de deseos, de gozo, de amor o jubilo, son siempre efecto del espíritu Santo que mora en nosotros y nos capacita para hacer una oración profunda desde el centro de nuestro ser.
   Oración: Espíritu santo que habitas en lo mas profundo de mi ser y desde ahí das gemidos callados, para aliviar las miserias y para llenarnos de tu poder y de tu gozo, concédeme el Don de Entendimiento para mi inteligencia bajo tu acción iluminadora pueda penetrar fácilmente en las verdaderas reveladas y pueda orientarse hacia la verdad, en medio de tantos errores, como nos rodean y nos amenazan por todas partes amen.
   Para aprender de memoria: entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo (Hecho. 8,17). Esto sucedió en Samaria, Pedro y Juan oraron por un grupo de hombres y mujeres para que recibieran el Espíritu Santo, luego les impusieron las manos y aquellos recibieron el Espíritu Santo.

Día Tercero (Se Pide  Don de Ciencias)

   Cuando hay que soportar muchas afrentas por Cristo o hay que verse deshonrado.. se oye de repente la voz del Espíritu Santo que nos anima diciendo, aguanta ahora los sufrimientos por el Señor, para que luego puedas decir “no son comparables los dolores en este mundo con la gloria que nos espera en el cielo” (Rom. 8,18). Hay jóvenes ricas a punto de casarse que renunciaron a todo por Cristo, hay muchachos que saben renunciar a toda hermosura y provocación para abrazar la humildad y la pobreza religiosa, todo debido a la fuerza interior del espíritu Santo.
   Oración: Espíritu Santo, Espíritu de Ciencia, infunde en mi alma el Don de Ciencia, por el cual mi mente, iluminada con tu luz poderosa, pueda juzgar rectamente de las cosas de este mundo, en cuanto tiene relación con la gracia santificante. Que yo pueda conocer las cosas que me llevan al pecado, para apartarme de ella y que así mismo, pueda reconocer las cosas que me llevan al bien, para poder practicarlas. Concédeme Espíritu Santo esa ciencia de las santos y el gusto espiritual al tratar con las cosas sencillas y ordinarias que me rodean amen.
   Para aprender de memoria: ¿o no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que esta en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?. Habéis sido bien comprados Glorificad, por tanto a Dios en vuestro cuerpo (1Cor 6,19-20).

Día Cuarto (Se pide  Don de Consejo)

   El famoso cardenal Mercier daba a un amigo estas instrucciones espirituales: ”Quisiera revelarte un secreto de santidad y alegría. Por tu imaginación en reposo cinco minutos cada día, cierra tus ojos a todas las cosas visibles y tus oídos a todos los ruidos del mundo, mantente en comunicación contigo mismo, y allí en el santuario de tu alma bautizada, que es el templo del espíritu santo, háblale de esta manera “Espíritu Santo, alma de mi alma, yo te adoro, ilumíname, fortaléceme, consuélame, dime lo que debo hacer, dame tus ordenes quiero cumplir en todo tus deseos y aceptar cuanto pueda sucederme si tu lo permites. Enséñame únicamente a conocer tu voluntad” esta dedicación al Espíritu Santo es el secreto de la santidad.
   Oración: Espíritu Santo, concédeme el Don de Consejo, para que por su inspiración juzgue con rectitud, de los que conviene hacer en los casos particulares que se me presenten y que todo sea para la gloria de Dios y la salvación de las almas. Señor  a veces no me basta tener la virtud de la prudencia para que ilumine mi mente, concédeme el Don de Concejo para que me mueva y me guie de modo divino, con una luz superior a toda la ciencia humana. Líbrame de tener una conciencia llena de ilusiones falsas, haz que yo pueda resolver con acierto, los problemas difíciles de mi vida e inspírame los medios convenientes para ayudar a los demás amen
   Para aprender de memoria:”El fruto del Espíritu Santo es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de si, contra tales cosas no hay ley” (gal.5, 22-23). (El creyente, unido con Cristo, ya no tiene ley exterior sino que cumple la ley del espíritu).

Día Quinto (Se Pide  Don de Fortaleza)

   Jesús nos enseño “Cuando venga el Espíritu de la verdad, el os guiara hacia la verdad completa.. E l me dará gloria porque recibirá de lo mío y  os lo anunciara a vosotros (Jn. 16,13) Jesucristo, con su presencia en nosotros, nos capacita para que podamos vivir su vida sobrenatural, el nos hace sus discípulos y pescadores de hombres, para dar frutos. Si no damos frutos es que no estamos llenos del  Espíritu Santo, aunque seamos catequistas, doctores en religión, músicos de iglesia, etc. Cuando estamos llenos del Espíritu Santo somos como un barco velero llevado velozmente por el viento hacia el punto de llegada. Si no estamos llenos del Espíritu Santo, somos como un barco de remos, que lucha contra el viento para llegar al puerto, es pesado, trabajoso y casi inútil.
   Oración: Espíritu Santo te pido el Don de Fortaleza, para que mi espíritu pueda practicar todas las virtudes en grado heroico, con la plena confianza de que he de superar las mayores dificultades y peligros, que se me presenten en la vida. Dame valor para soportar los trabajos y las penas de cada dia, apoyado mas en tu pode que en mis propias facultades. No permitas que me engañe a mi mismo, ni que me deje llevar de la vanagloria, dame el heroísmo de hacer bien las cosas pequeñas a imitación de la virgen María.
   Para aprender de memoria: En El (en Cristo)también vosotros, tras haber oído la palabra de la verdad, el evangelio de vuestra salvación y creído también en El, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es prenda de nuestra herencia para redención del pueblo de su posesión para alabanza de su gloria (Ef 1,13-14).

Día Sexto (Se Pide  Don de Piedad)


   El Don de piedad es necesario para pedir hasta la perfección la virtud de la religión,  la cual nos inclina a dar a Dios el culto que le es debido, nos hace ver en Dios a un padre amoroso, que nos ama con infinita ternura. Las cosas del servicio de Dios como el culto, la oración, el sacrificio etc... bajo el impulso del Don se cumple sin esfuerzo, con delicada perfección, en el trato de los hombres ese don nos pone el sentimiento de que todos somos hermanos e hijos del mismo padre, que nos mueve a practicar la justicia y la caridad. La creación entera y las cosas por mínimas que sean, les hablan del padre y de su infinita ternura. Descubren y viven aquellas palabras de san Pablo “No habéis recibido el espíritu de  esclavitud para caer de nuevo en el temor, sino que habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar “Abba padre” (Rom. 8,15).
   Oración: Espíritu Santo, por ti el padre nos da el amor y te envía a ti para que hagas morada en lo más profundo de mi corazón. Tu eres el que me infundes el Don de piedad para que pueda sentir y vivir esa hermosa verdad, Dios es mi Padre, concédeme la gracia de amar y saborear todo lo que se refiere a este padre amoroso. Que yo viva como un hijo pequeñito, protegido por su cariño y su amor y que sepa agradecerle y amarle con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente, con toda mis fuerzas y con todo mi ser, hazme sentir que todos los hombres son hermanos míos y que todas las cosas son regalos que me llegan desde el cielo. Amen.
   Para Aprender de Memoria:”No os embriaguéis con vino, que es causa de libertinaje, llenaos mas bien del Espíritu recitad entre nosotros salmos, himnos y canticos inspirados, cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor dando gracias continuamente y por todo a Dios padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Ef.2,18-20).

Día Séptimo  (Se Pide Don de Temor de Dios)

   El temor considera la gran diferencia que hay entre la santidad divina y la fragilidad humana, a nada debemos tener temor, sino al pecado que nos quita la amistad con Dios, nos dice el señor “No tengáis miedo a los que matan al cuerpo pero no pueden matar el alma, temed mas bien al que puede enviar el alma y el cuerpo al infierno” (Mt. 10, 26-28). El temor a Dios debe ser temor filial, que es el temor de ofender a Dios por ser el tan bueno. El Don de sabiduría y entendimiento le descubren la grandeza de Dios y el significado del pecado, el Don de consejo le mantiene en la admiración de Dios, el de fortaleza le mantiene en la lucha contra el mal.
   Oración: Espíritu Santo concédeme el Don de temor  de Dios, para que bajo su influencia y poder consiga una gran docilidad reverencial a la voluntad divina, haz que este temor a la justicia de Dios sea en mi  un temor reverencial, como el que tiene hijos a sus padres, que tenga miedo de ofenderle, tu sabes bien, Espíritu Santo que yo necesito este Don para ser profundamente humilde, puro y modesto ante la grandeza de Dios padre y ante la debilidad de mis propias fuerzas, para practicar el bien. Pon en mi corazón un gran horror al pecado y una diligente vigilancia para evitar hasta las mas mínima ocasiones de ofender al señor. Amen.
   Para aprender de memoria:”Pero yo os digo la verdad os conviene que yo me vaya porque si no me voy, no vendrá a vosotros el paráclito pero si me voy os lo enviare (Jn. 16,7).

Día Octavo (Se Pide  Plenitud de los Dones)

   Las personas llenas de los dones del Espíritu Santo no se angustian ante las cosas, sino que viven esta enseñanza de  su maestro; el Padre tiene mas cuidado de vosotros que de los lirios o las aves del campo, su oración es cada vez mas sencilla, mas silenciosa, mas profunda y mas prolongada, ni la enfermedad, ni la calumnia. Nada ni nadie las detendrá en su marcha hacia Dios. Su confianza en el Señor esta crecida y pueden decir con el salmo: como el siervo sediento corre en busca de agua frescas así mi alma te busca a ti, Dios mío. Conducidas por los impulsos de los dones, a veces parecerán locas a los ojos de mundo, pero ellas son llevadas por la búsqueda de Dios. “Bienaventurados seréis cuando os injuries y persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa; “Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos” (Mt. 5,11-12).
   Oración: Espíritu Santo haz que tu gracia crezca dentro de mi, dando vida a todos los actos que realice. Lléname de tus siete dones para que siempre pueda triunfar  de mis enemigos espirituales: los vicios y pecados. Hazme dócil y obediente a tu iglesia y súbdito sumiso al Papa. Toma posesión de todo mi ser y santifícame en todas las ocasiones de mi diario vivir. Dirige los movimientos de mi alma y de mi cuerpo para agradarte con una vida pura. Tu que eres fuego consumidor quema en mi todo lo que sea desagradable a tus ojos y enciende en mi corazón el fuego que el mismo Jesucristo vino a traer a la tierra amen.
   Para aprender de memoria:” De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que lleno toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego, que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos ; quedaron todos llenos del espíritu santo” (Hecho 2, 2-3)

Día Noveno (Se Piden Gracias de Pentecostés)

   El Espíritu Santo realiza tres grandes cambios, primero: llega a la mente y la llena de luz para comprender las cosas espirituales. Los apóstoles eran personas ignorantes y cuando recibieron el Espíritu Santo se volvieron tan instruidos, que todas las gentes se admiraban al oírlos hablar.
   Segundo: los apóstoles eran duros de corazón, aspiraban a los primeros puestos, querían traer fuego del cielo para acabar con los desobedientes pero al recibir el espíritu santo ya no piensan en su egoísmo sino que quieren el bien para los demás. Tercero: los apóstoles eran cobardes todos huyeron del señor y uno lo negó tres veces pero recibieron el espíritu santo y se les quito el miedo. Ya no temían ni a las persecuciones, ni a la cárcel, ni a los azotes, ni a la muerte. Quien cree en el poder del espíritu santo saldrá victorioso en medio de los sufrimientos.
   Oración: ven Espíritu Santo como viniste el día de pentecostés llena mi mente de tu luz para que me orientes en la vida, libra mi corazón del egoísmo para que practique la caridad, pon la valentía en todo mi ser para que defienda y confiese mi  fe, en medio de las dificultades. Derrámate sobre tu iglesia, sobre los que están unidos por la fe, sobre los sacerdotes, religiosos y laicos sobre los ancianos y los jóvenes, haz que todos llevados por el fuego de tu amor formemos una comunidad que arda en deseos de hacer el bien, y tu, virgen María madre de Dios y madre nuestra, la persona mas dócil al Espíritu Santo intercede por nosotros ante ese mismo espíritu.
   Para Aprender De Memoria:” hay diversidad de carismas pero el Espíritu (santo) es el mismo: hay diversidad de ministerios, pero el señor es el mismo, hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que obra todo en todos” (1 Cor. 12,4-6)

Oración Final para Todos los Días

   Ven Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre, don en tus dones esplendido; luz que penetra las almas fuente del mayor consuelo.
   Ven dulce huésped del alma, descanso en nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lagrimas y reconforta en los duelos.
   Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos.
   Mira el vacio del hombre si tú le faltas por dentro: mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
   Riega la tierra en sequia, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
   Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su merito;  salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno amen.